Actualmente no existen estadísticas oficiales en España que midan la presencia del tatuaje en la sociedad de nuestro país. Pero son muchos los estudios de mercado y las encuestas realizadas por distintos medios y empresas, cuyos resultados pueden darnos unas pistas de por dónde van los tiros en el “mundo tatu” español. En general, se calcula que en España lleva por lo menos un tatuaje entre un 15 y un 20% de la población: un porcentaje superior al promedio del 12% que ostenta Europa.
Y si concretamos aún más, descubriremos que en las personas entre 16 y 35 años la cifra asciende a… ¡Un 40%! Estos datos solo nos confirman lo que ya pensábamos: que trabajar de tatuador es una estupenda opción. Sigue leyendo: analizamos a continuación el estado actual de esta profesión, y te contamos cuáles son los mejores cursos de tatuaje para llegar a lo más alto.
¿Son necesarios los cursos de tatuaje o puedo aprender por mi cuenta?
La respuesta, en este caso, está clara: los cursos de tatuaje no solo son necesarios, sino que son imprescindibles. No hay que olvidar que trabajar de tatuador supone actuar directamente sobre la piel humana, un órgano vivo y delicado que puede sufrir importantes lesiones si no se tiene suficiente formación y experiencia. Las técnicas actuales requieren una enseñanza cualificada, por parte de buenos profesionales que sepan impartirlas. Y también es fundamental que el tatuador domine determinadas bases artísticas, como el color, el dibujo o la proporción (entre muchas otras), para evitar que el ansiado tatuaje se convierta en un desastre permanente sobre la piel. Está claro: si quieres trabajar de tatuador y vivir de tu arte, necesitas formación.
Si bien no existe una formación homologada oficial, el tatuaje está incluido en el Certificado de Profesionalidad de Maquillaje Integral (IMPE209), en la Unidad de Competencia UC0068_3 (Realizar y supervisar técnicas de tatuaje artístico). Estos documentos acreditan de forma oficial las Cualificaciones Profesionales, acreditando las competencias que capacitan al portador para el desarrollo de su profesión. Son expedidos por el SEPE (Servicio Público de Empleo Estatal) y por los órganos competentes de cada Comunidad Autónoma, y tienen carácter oficial y validez en todo el territorio nacional. Para obtenerlos, solo hay que solicitarlos y presentar los documentos que avalen la formación y/o experiencia en el ámbito laboral.
Qué necesitas para trabajar de tatuador: formación, práctica… Y algo más
Por supuesto, cuando te informes sobre los distintos cursos de tatuaje que te formarán como profesional, no olvides comprobar que te permitirán practicar tus conocimientos sobre la piel. En principio trabajarás sobre piel sintética, el mejor soporte para desarrollar lo aprendido. Más adelante tendrás que realizar tus primeros trabajos sobre clientes: es un momento muy especial, que probablemente lleves mucho tiempo esperando. Es fundamental que el centro de formación tenga todas las garantías y las homologaciones, así como el material necesario, para garantizar unas prácticas cien por cien seguras y de calidad. Además, para poder ejercer la profesión de forma legal deberás realizar un Curso Higiénico-Sanitario homologado.
Por otra parte, cuando termines tu formación tendrás que buscar un estudio para poder trabajar (no olvides que el tatuaje a domicilio es una práctica prohibida en nuestro país). Tienes dos alternativas:
- Montar tu propio estudio de tatuaje. Si tienes un local en propiedad o puedes alquilarlo, es una opción interesante: no tendrás que pagar comisión por usar el espacio y el material. Lógicamente, la mayor desventaja es que esta opción requiere una fuerte inversión, y que tendrás que encargarte tú de los permisos, la publicidad, etc.
- Alquilar un puesto en un estudio ya montado. Es la opción preferida por la mayoría de los tatuadores noveles y por muchos profesionales de prestigio. Tendrás que abonar un porcentaje de tus ingresos al estudio, entre un 30 y un 50% dependiendo del propio negocio y de si llevas tú al cliente, o te lo proporcionan ellos.
Los cursos de tatuaje que te ayudarán a alcanzar tu meta
Dicho esto, solo nos queda definir en qué consiste un curso de tatuaje de calidad. Es importante que ofrezca suficientes horas de formación, que los docentes sean profesionales en activo con experiencia en enseñanza, que proporcione equipo, instalaciones y material de la máxima calidad, que permita realizar muchas horas de prácticas para garantizar un aprendizaje 360 y que te forme también en dibujo, color, anatomía y en el uso de software para crear tus propios diseños. Los cursos de tatuaje de ESDIP son, en este sentido, perfectos: cumplen todos los estándares y se actualizan de forma constante, formando cada año a magníficos profesionales que hoy son referentes en el sector. ¡Anímate a ser uno de ellos!