Trabajar de diseñador gráfico es el sueño de muchas personas que disfrutan plasmando imágenes y mensajes “sobre el papel” (o la pantalla). Transmitir mensajes, ideas y conceptos a través de una combinación de líneas, colores, textos y texturas es una tarea tan compleja como fascinante: es una profesión totalmente vocacional, y quienes se dedican a ella la disfrutan al máximo. Y esa es una de las razones por las que la competencia profesional es tan elevada en este sector.
Por tanto, la pregunta está clara: ¿Qué puedo hacer para llegar a trabajar de diseñador gráfico y realizar proyectos de calidad y bien pagados? Hay quien piensa que lo mejor es abrir al máximo el campo laboral y ofrecer tus servicios a todo tipo de clientes. Mientras que otros expertos apuestan por la especialización. Así, nos encontramos dos grandes perfiles de profesional: el diseñador gráfico generalista y el diseñador gráfico especialista. Sigue leyendo: te contamos en qué consiste cada opción y cuál puede ser la más interesante para ti.
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¿Qué hace un diseñador gráfico generalista?
El propio término lo indica. “Generalista” hace referencia a lo general, lo que no es concreto. Cuando haces cursos de diseño gráfico, una vez tienes en la mano tu titulación como profesional lo normal es que seas un diseñador generalista: estás deseando trabajar donde sea y para la empresa que sea. Estarás dispuesto a diseñar logos, crear tipografías, generar banners para webs, crear páginas, maquetar revistas… Vamos, ¡todo lo que te echen! Es algo normal, y además, en un momento dado puede ser muy recomendable.
Como diseñador generalista, si entras a trabajar en una agencia o estudio creativo lo más probable es que realices todo tipo de tareas dentro de tu profesión: desde maquetar folletos, hasta mancharte los dedos de tinta en el proceso de impresión. Es una experiencia muy valiosa que te enseñará a trabajar en equipo, a comprender los procesos y a enfrentarte a todo tipo de tareas. Te convertirás en un “todoterreno”, capaz de participar en cualquier trabajo o integrarte en todos los equipos a los que la agencia te destine. Pero esa no es tu única alternativa: también puedes trabajar como diseñador gráfico freelance generalista, postulándote a todo tipo de proyectos que te veas capaz de asumir.
Diseñador gráfico especialista: en busca del nicho de mercado
Seguro que esta expresión, “nicho de mercado”, ha has oído mil veces. Se puso de moda hace ya unos cuantos años, y se refiere precisamente a la especialización. Encontrar un ámbito reducido donde haya una demanda concreta y saber satisfacer las necesidades de dicha demanda es como encontrar un filón de oro (figurado). El diseñador gráfico especialista se encarga de cubrir dicha demanda: se dedica a realizar encargos y proyectos muy concretos. Su mejor arma es, precisamente, su especialización: muchos clientes valoran más a los diseñadores especializados, ya que su formación y experiencia están mucho más centradas en sus necesidades concretas.
Por tanto, como especialista tendrás que reducir drásticamente tu campo de actuación. Si piensas, como suele suceder, que esto implica reducir también las opciones de conseguir encargos, cuidado: no tiene por qué ser así. ¡Veamos los pros y los contras de ambas opciones!
Diseñador gráfico generalista:
- Ventajas: Aprenderás a realizar todo tipo de tareas, podrás asumir distintos roles dentro un equipo, tendrás la capacidad de trabajar para clientes muy variados, y podrás optar a participar o realizar un gran número de proyectos. Además, muchos estudios y agencias buscan diseñadores gráficos de este tipo, que sean capaces de realizar todo tipo de cometidos.
- Inconvenientes: No profundizarás en ningún campo de especialización, no podrás asumir trabajos muy concretos, tendrás muchísima competencia, tus tarifas serán más bajas y tendrás que trabajar mucho más para preparar cada propuesta o proyecto.
Diseñador gráfico especialista:
- Ventajas: Podrás presentarte a trabajos muy concretos con poca competencia, no te costará tanto realizar los proyectos (estarás acostumbrado al sector), te posicionarás mejor y más rápido, aprenderás muchísimo sobre tu campo de especialización, podrás subir tus tarifas y tendrás acceso a puestos de trabajo específicos, fuera del alcance de los diseñadores generalistas.
- Inconvenientes: Tendrás que cerrar tu “campo de acción” y renunciar a ofrecer tus servicios en proyectos que no encajen con tu especialización. Muchas empresas prefieren contratar a diseñadores gráficos que sean capaces de trabajar en distintas especialidades, no solo en una. Y siempre existe el riesgo de apostarlo todo a una sola carta, y que la demanda del mercado cambie…
No lo dudes: los cursos de diseño gráfico son tu mejor arma para trabajar
En ambos casos, lo que sí está claro es que la formación es la mejor herramienta para poder trabajar en lo que te apasiona Tanto si optas por la especialización, como si prefieres ser un profesional generalista, nada mejor que realizar cursos de diseño gráfico que te permitan llegar dominar distintos campos. El Curso de Diseño Gráfico y Web de ESDIP puede ser el mejor punto de partida para lanzar tu carrera laboral, pero también un excelente complemento si quieres ponerte al día en lo último en diseño gráfico profesional. Con esta formación, seas generalista o especialista, tu trabajo destacará por su nivel y su calidad. ¡Aprende con los mejores!