Trabajar como diseñador gráfico por cuenta ajena: en agencia o estudio

Trabajar como diseñador gráfico es el objetivo de muchísimas personas con talento, y ganas de comerse el mundo. Para alcanzarlo es esencial contar con una buena formación y ser inasequible al desaliento. Las opciones, en general, se dividen en dos grandes grupos: convertirse en diseñador gráfico freelance o trabajar en una agencia o estudio creativo, […]

Diseño
11 enero, 2023
Trabajar como diseñador gráfico por cuenta ajena

Trabajar como diseñador gráfico es el objetivo de muchísimas personas con talento, y ganas de comerse el mundo. Para alcanzarlo es esencial contar con una buena formación y ser inasequible al desaliento. Las opciones, en general, se dividen en dos grandes grupos: convertirse en diseñador gráfico freelance o trabajar en una agencia o estudio creativo, como parte del staff. Esta opción suele ser la preferida para aquellos y aquellas que están dando sus primeros pasos profesionales, y evidentemente tiene muchas ventajas. Pero también hay que tener claro que no le faltan inconvenientes… Sigue leyendo para saber cómo es trabajar como diseñador gráfico en plantilla, los pros y los contras de esta opción y por qué te podría interesar (o no).

Trabajar como diseñador gráfico contratado. ¡Viva la tranquilidad!

Ventajas de trabajar como diseñador gráfico por cuenta ajena

Hay pocas cosas que causen tanta satisfacción como recibir ese email donde te dicen que has superado el proceso de selección para un puesto de trabajo. En el campo del diseño gráfico, además, se combinan dos factores: por una parte, la alegría por encontrar trabajo; y por otra, la emoción por poder ejercer una profesión altamente creativa, que te permitirá (o te debería permitir) desarrollar tus ideas y tus habilidades. Por tanto, la primera ventaja que encontramos en trabajar como diseñador gráfico en una agencia o estudio es, efectivamente, la tranquilidad que da contar con un contrato laboral y una nómina fija cada mes.

Como parte de la plantilla, tendrás que cumplir una jornada laboral concreta que debe quedar plasmada en tu contrato, así como las correspondientes vacaciones. También deberás tener claro si tendrás 12 o 14 pagas; lo obligatorio es tener 14 pagas, pero es habitual que estas se prorrateen. Es decir, que el importe de las dos pagas extras se reparta entre las doce pagas del resto del año. Lee atentamente el contrato antes de firmarlo, y si no lo tienes claro, consulta a un abogado laboralista. También es interesante conocer el Convenio Colectivo Estatal de Artes Gráficas, donde aparecen las tablas salariales que se aplican a los profesionales del sector. Así tendrás un punto de partida a la hora de aceptar o negociar tu sueldo.

Y por supuesto, una de las ventajas más interesantes de trabajar como diseñador gráfico en una empresa es el aprendizaje. Desde el minuto uno estarás en contacto con el funcionamiento de la agencia, y conocerás de cerca cómo se organizan los equipos, qué funciones cumple cada profesional, cómo se establecen las relaciones con los clientes… Además de trabajar codo con otros diseñadores gráficos con más experiencia, de quienes aprenderás todo tipo de cosas que no se enseñan en los centros de formación.

Una opción que también tiene inconvenientes. ¡Tenlos en cuenta!

Si decides trabajar como diseñador gráfico con contrato laboral, pasarás a realizar una jornada determinada. Actualmente, lo más probable es que el teletrabajo sea parte de tu día a día; pero en cualquier caso, deberás trabajar las horas que tengas estipuladas. Puede que formes parte de un equipo o que te encargues de tus tareas en solitario; y también es más que probable que hagas horas extra en ocasiones, que por supuesto deberás cobrar. Aquí tienes algunos posibles inconvenientes de esta opción:

  • Tu capacidad técnica se verá diluida dentro de la empresa. Te conviertes en un gestor, con una serie de funciones que te serán adjudicadas sin que puedas intervenir en la decisión (salvo en algunos casos).
  • Trabajarás como especialista. Esto significa que como contratado, “irás a lo que vas”. No tendrás que ocuparte de otras cosas, como participar en la gestión del proyecto desde el principio (contactar con el cliente, reunirte con él, tomar decisiones conjuntas…). Esto puede parecer una ventaja, pero también impide que conozcas esa parte del proceso: será un aprendizaje que no tendrás.
  • Tu creatividad quedará filtrada. Por supuesto, si te han contratado es porque les gusta tu potencial creativo. Pero tendrás que adaptarlo al estilo y las pautas de la agencia, que al fin y al cabo será la responsable final del proyecto. Hazte a la idea de que tendrás que presentar muchos bocetos y borradores…

¿Tienes lo que hay que tener? Consíguelo con la mejor formación

En resumen, los expertos suelen recomendar trabajar primero como diseñador gráfico para una agencia o estudio. Como parte de la empresa, contarás con un aprendizaje muy valioso; y no solo eso, sino que también conseguirás contactos y experiencia. ¿Lo tienes claro? Pues esta opción puede ser perfecta para ti. ¿ Hay algo que no te encaja? Entonces, plantéate trabajar como diseñador gráfico freelance. Disfrutarás de todas las ventajas que conlleva esta alternativa, sabiendo capear también los inconvenientes.

Pero sin un buen portfolio que demuestre tu capacidad, no solo para diseñar sino también para gestionar un proyecto completo, no lograrás que tus posibles contratadores se fijen en ti. Realizar el Máster de Diseño Gráfico y Web o el Curso de Creación Artística, Gráfica y Digital (Opción BLoque D) de ESDIP te dotará de los conocimientos y la práctica necesarios, y te servirá para crear ese portofolio profesional y único que te abrirá las puertas de las agencias y los estudios en busca de creativos. ¿A qué esperas para empezar?