Trabajar como diseñador gráfico freelance: qué es y qué ventajas tiene

Seguro que cuando te planteas tu futuro laboral, se abren ante ti un montón de incógnitas e incertidumbres. Las profesiones creativas, por otra parte, ofrecen un despliegue de opciones mucho mayor que el de otros trabajos… Raro es el matemático que trabaja como freelance, ¿verdad? Pero entre los profesionales del diseño gráfico es algo más […]

Diseño
22 noviembre, 2022
Diseñador gráfico freelance

Seguro que cuando te planteas tu futuro laboral, se abren ante ti un montón de incógnitas e incertidumbres. Las profesiones creativas, por otra parte, ofrecen un despliegue de opciones mucho mayor que el de otros trabajos… Raro es el matemático que trabaja como freelance, ¿verdad? Pero entre los profesionales del diseño gráfico es algo más que habitual. Y aun así, no es la única opción en absoluto: son muchísimos los creativos que forman parte del staff de una empresa y trabajan en equipo con otros departamentos. Dicho esto, la pregunta del millón es evidente: ¿qué es mejor, trabajar como diseñador gráfico freelance o que te contrate una agencia o un estudio? Como imaginarás, no hay una respuesta clara a esta cuestión. Pero lo que sí podemos hacer es explicarte en qué consiste cada alternativa, cuáles son los pros y los contras y qué tener en cuenta a la hora de adentrarnos en el mundo laboral.

¿Qué es un diseñador gráfico freelance? Ventajas de esta opción

Trabajar como diseñador gráfico freelance

Antes de empezar a diseccionar las opciones, tengamos claro de qué estamos hablando. Un diseñador gráfico freelance es un trabajador que ofrece sus conocimientos y servicios a personas y/o entidades interesadas en ellos.

Estos profesionales se tienen que dar de alta en el Régimen de Trabajadores Autónomos (RETA) bajo el epígrafe 399, Sección 3, División – Técnicos en Artes Gráficas. En caso contrario no podrán emitir facturas, algo imprescindible para poder cobrar por su trabajo. El diseñador gráfico freelance busca clientes en Internet, a través de las redes sociales o de plataformas específicas; también puede escribir directamente a sus posibles clientes para ofrecer servicios con los que mejorar la imagen de marca, renovar su página web… Esto significa que, para un freelance, su cartera de clientes es un auténtico tesoro: es algo que construye poco a poco a base de trabajo duro, profesionalidad y capacidad de comunicación. Si quieres saber más sobre este tema (y estamos seguros de que es así), no te pierdas estos consejos para encontrar tus primeros clientes como freelance.

Y ahora, vamos con los pros y los contras. Empecemos con la parte positiva: ¿cuáles son las ventajas de trabajar como diseñador gráfico freelance?

  • Trabajas en tu casa o estudio. No te tienes que desplazar y puedes organizarte como quieras. Además, podrás conciliar la vida familiar y la laboral (si te organizas bien, claro).
  • No tienes que responder ante jefes. Tu responsabilidad es siempre con el cliente, que es quien te paga. Evitas la posibilidad de que alguien se atribuya los méritos de tu trabajo o se aproveche de ellos.
  • Tú pones el precio a tu trabajo y lo cobras íntegro. Puedes decidir entre cobrar por horas (hay aplicaciones online buenísimas que contabilizan tiempo e ingresos) o por proyecto. Antes de establecer tus tarifas, investiga, pregunta y calcula cuánto tiempo tardas en realizar tu trabajo.
  • Es una opción genial para desarrollar la creatividad. Un día estás diseñando una campaña para el lanzamiento de un nuevo móvil, y al mes siguiente te centras en el diseño de la página web de una ONG.
  • Si diversificas tu cartera y trabajas para varios clientes, tendrás trabajo casi asegurado. Aunque uno de ellos se “caiga”, te quedarán los demás. Un consejo: es mejor tener muchos clientes que te den menos trabajo, que solo uno o do grandes. Si te falla uno de estos, tu sueldo mensual peligrará…

¿Y qué pasa con los inconvenientes?

Desventajas del trabajo freelance

Por supuesto, los tiene y hay que tenerlos en cuenta. Tienes que darte de alta en el RETA y pagar la cuota de la Seguridad Social todos los meses; cada tres meses tendrás que hacer la declaración del IVA y pagar la parte correspondiente. Lo más recomendable es contratar los servicios de una gestoría, que por un precio asequible se encargará de llevarte la contabilidad y la fiscalidad: merece la pena. ¿Más contras? No gozarás de la “seguridad” que proporciona un contrato indefinido, ni tendrás vacaciones pagadas o pagas extra. Y tendrás que gestionar tú mismo la comunicación con el cliente, así como todo tu negocio.

Trabajar como diseñador gráfico freelance no es fácil, desde luego. Por eso, lo más habitual es empezar en un estudio o agencia; una vez adquieres soltura y experiencia y estas decidido o decidida a dar el salto, pasar a trabajar como autónomo es una alternativa a valorar. Pero el proceso no siempre es en ese orden: son muchos los diseñadores gráficos que empiezan que, ante la imposibilidad de obtener un contrato laboral, deciden comenzar a buscar clientes por su cuenta.

¿Quieres triunfar como diseñador gráfico freelance? Invierte en tu formación

Cuando te formas en diseño gráfico, son muchos los palos que debes tocar. Además de aprender a dibujar, a editar imágenes, a realizar proyectos con distintos programas o a maquetar, también debes saber cómo crear un buen portfolio o cómo gestionar un proyecto profesional. Es lo que diferencia un curso de calidad de cualquier programa formativo básico que puedas encontrar. No lo dudes: merece la pena estudiar con los mejores profesionales en activo, porque su experiencia no tiene precio. El Curso de Creación Artística, Gráfica y Digital de ESDIP constituye una base sólida y completa sobre la que construir tu carrera de diseñador gráfico freelance: una formación que se actualiza de forma constante y te pondrá en contacto con el mundo “real” del diseño gráfico. Sumérgete en tu pasión, ¡y llévala al límite!