El manga es todo un mundo dentro del universo del dibujo y el cómic. En realidad es un arte por derecho propio, en el que encontramos distintos estilos y escuelas claramente diferenciados. Si te apasiona dibujar manga y no te pierdes ni un capítulo de estas maravillosas novelas gráficas, hoy te contamos todo lo que debes saber para profundizar en este mundo. ¡Sigue leyendo!
Índice de contenidos
¿Qué es el manga?
En japonés, manga significa literalmente “dibujos irresponsables”. Se cree que su origen se remonta a los grabados de Hokusai, el gran maestro del siglo XVIII, aunque son muchas las influencias y las fuentes de las que bebe este arte.
Para saber más sobre el tema hemos hablado con un auténtico experto en manga: el dibujante y artista Hugo de Juan, especializado en dibujo oriental y antiguo profesor de ESDIP. Hugo tiene muy claro en qué consiste este maravilloso universo, y para guiarnos por él ha delimitado siete conceptos básicos: los estilos manga según el mercado, la era post Otomo, la calma, el orden de lectura, las onomatopeyas, los materiales de dibujo y la dedicación.
1. “Diccionario manga”: los estilos según nichos de mercado
Hugo nos cuenta que “en Japón, el manga esta dividido en varios géneros de lectura. Entre los mas famosos y conocidos se encuentran el SHONEN, el SHOJO, el SHEINEN, el MECHA… Estos géneros se diferencian en el sector al que se dirigen, tanto por edad como por intereses. Los lectores pueden escoger entre ellos para decidir qué genero quieren leer: juvenil, adulto, policíaco… Así, esta variedad géneros facilita la tarea a los lectores a la hora de comprar.”
2. La era “Post Otomo”
Según Hugo, a finales de los años 90 del siglo XX se produce un punto de inflexión que cambia las cosas y da un nuevo impulso al manga. “En el año 1990, el estreno mundial de la película ‘Akira’ constituyó un antes y un después en lo que al manga y al anime se refiere. Antes del 1990, el autor cuyo estilo predominaba era el creador de ‘Astro Boy’, Osamu Tezuka. La corrientes artísticas del momento seguían sus pautas, con un manga mas basado en la animación Disney tradicional. Eso duró hasta la llegada de Katsuhiro Otomo, que cambió las cosas renovando el estilo de dibujo y con historias mas realistas, adultas y cercanas al espectador. Gracias a él comenzó la segunda era del manga.”
3. La calma
La cultura japonesa entiende la forma de contar historias de manera muy distinta a la sociedad occidental. Por esta razón, es esencial comprender que en el manga y el anime el ritmo de los relatos es mucho más pausado. Es lo que Hugo denomina “la calma”. “Es ese lenguaje pausado que aprovecha la historia para relajar al espectador. La calma forma parte del lenguaje clásico del manga, ideado por el maestro Hayao Miyazaki para y por la necesidad del espectador de ‘respirar’ durante la película”. Hugo nos remite a las palabras de Miyazaki: el espectador “únicamente debe deleitarse con las imágenes”. En este sentido, nuestro profesor hace hincapié en la gran diferencia existente entre las producciones japonesas y las americanas, “llenas de explosiones, ruido y alta carga de información”.
4. El orden de lectura
Si has leído un cómic manga en alguna ocasión, no te sorprenderá lo que te vamos a contar. En caso contrario, es fundamental que sepas que “mientras la escritura occidental se lee de derecha a izquierda, el orden de lectura de la escritura japonesa se articula de derecha a izquierda y desde arriba hacia abajo.” Además de ser algo esencial para comprender y disfrutar este tipo de novelas gráficas, también es imprescindible familiarizarse con esta característica cuando se aprende a dibujar manga. “A la hora de colocar los textos en los bocadillos de las paginas el artista debe de seguir el mismo orden de lectura, ya que originalmente se escriben en japonés”, comenta Hugo.
5. Las onomatopeyas
En todo cómic o novela gráfica, sean del país o del estilo que sean, las onomatopeyas tienen una importancia muy especial. Todos recordamos los ka-boom de los antiguos cómics de Batman o los golpes de los clásicos Mortadelo y Filemón… Sin embargo, en el manga este factor adquiere unas características especiales. “En un manga real las onomatopeyas se escriben en japonés y van ilustradas en terminología Katakana, que es uno de los silabarios de la escritura japonesa junto con el Hiragana”.
6. Los materiales de dibujo
Para ser un artista del manga, debes seleccionar cuidadosamente tus herramientas. Nuestro artista de cabecera reduce la lista de materiales esenciales a dos (eso sí, con matices): la plumilla y las tramas. Así nos lo cuenta Hugo: “La plumilla es el material principal para dibujar y dar un buen acabado a tinta a las paginas finales. Algunos mangakas siguen optando por el método tradicional, a pesar de la gran variedad de opciones digitales que hay. Estos recursos simulan e imitan el acabado a plumilla tradicional: de ahí su importancia, no solo como herramienta sino también como carácter de estilo. El segundo material a destacar son las tramas: laminas finas adhesivas de color gris con diferentes texturas (puntos, líneas, sombreados…) que se recortan y fijan en la pagina terminada para dar una sombra proyectada al dibujo y generar profundidad. Ambos materiales permiten conseguir un acabado profesional y fiel al estilo”.
7. La dedicación
¿Te interesa dedicarte al mundo del manga de forma profesional? Si es así, debes tener en cuenta que el trabajo lleva un ritmo feroz y requiere cientos de horas de dedicación… Pero como artista, no nos cabe duda de que disfrutarás todas y cada una de ellas. Hugo lo tiene muy claro: “El manga lleva un ritmo de trabajo salvaje: en Japón sale un capitulo semanal de todas las series famosas. Esto implica la realización de 20 paginas semanales; a veces, en cada capitulo intervienen hasta 10 personas al mismo tiempo. Cada uno se ocupa de una tarea especifica, mientras que el ‘maestro’ (es decir, el autor original) se ocupa de las más importantes, ya sean los encuadres,
la composición o el dibujo de los protagonistas principales”.
Sin embargo, Hugo no duda en apostar por esta profesión. “Es un trabajo muy exigente, sobre todo por sus cortos plazos. Pero también es de los mas gratificantes: al tratarse de un mercado tan explotado, hay muchísimas historias para todos los públicos que permiten desarrollar la creatividad en distintas direcciones”.
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