Mencionar a Dune entre frikis de la ciencia-ficción, entre los y las que nos incluimos, es casi como mentar a Dios. Empezando por las novelas de Frank Herbert (y las que escribió después su hijo, continuando la saga), pasando por la increíble historia del proyecto de Alejandro Jodorowsky y terminando en nombres de la talla de David Lynch o Denis Villeneuve, la magnética historia que prefiguró universos como el de Star Wars ha sido imaginada en la pantalla por las mentes más visionarias.
Nos encanta Dune, pero tanto o más nos gustan las historias surgidas de los proyectos cinematográficos que se crearon o proyectaron a su alrededor. Te invitamos a acompañarnos por un recorrido en el que no faltan bandas de heavy metal, surrealistas alocados, estrellas del rock, dibujos increíbles, preservativos (¡sí, has leído bien!), storyboards secretos, cómics… No lo dudes: después de leer este artículo, ‘Dune’ no volverá a ser lo mismo para ti.
‘Dune’ y Jodorowsky: un proyecto tan ambicioso como inalcanzable
Cuando alguien como Alejandro Jodorowsky (Chile, 1929) anda cerca, hay que prestar atención. En 1973 el artista, guionista, escritor y director de cine, artífice de proyectos tan inclasificables como ‘El topo’ o ‘Santa Sangre’ y co-autor de una obra tan enorme e importante como la saga de cómics El Incal (1980-1988), recibió la propuesta de adaptar al cine la novela de Herbert. Sin tan siquiera haberla leído (“un amigo me dijo que era fantástica”, comenta en el documental ‘Jodorowsky’s Dune’), ‘Jodo’ se lanzó de cabeza al proyecto. Un proyecto que nunca vería la luz, pero sí influenciaría el cine de ciencia-ficción de las décadas siguientes más que ninguna otra película.
Para llevar a cabo su proyecto, Jodorowsky se rodeó de un equipo de grandes que más adelante participarían en monumentos como Alien o Star Wars, entre muchas otras películas. Empezando por Moebius, que realizó el concept art y el diseño de producción de la película, y siguiendo con H. R. Giger, el gran artista gráfico y escultor que creó la imaginería de Alien. La música correría a cargo de la banda británica Pink Floyd, pero sin duda lo más bizarro estaba en el casting: Salvador Dalí como el Emperador Padishah, Orson Wells en el papel del Barón Vladimir Harkonnen, David Carradine encarnando a Rabban la Bestia e incluso una rockstar como Mick Jagger, interpretando a Feyd-Rautha. Una curiosidad más: en la versión que David Lynch rodó en 1984, este papel lo volvió a encarnar un figurón del rockandroll. Por supuesto, hablamos de un joven Sting que ya “peinaba” entradas y con los pelos electrizados, en línea con la moda capilar más ochentera.
Tristemente, al final la realidad se impuso a los sueños lisérgicos de Jodorowsky: no había dinero suficiente como para recrear ese mundo, y probablemente tampoco tecnología. El sueño de Dune se conservó, sin embargo, en fantásticos storyboards a los que solo unos pocos tenían acceso y en los increíbles diseños de Moebius (que más adelante serían el germen de El Incal). Aun así, esta no-película es probablemente la que más ha influido en el cine de ciencia-ficción posterior; sin el proyecto Dune, Star Wars, Terminator, En busca del arca perdida o Contact (entre otras) no serían hoy tal y como las conocemos… ¿No te lo crees? Pues no te pierdas este mini-documental: vas a alucinar.
‘Dune’ de David Lynch. El estrepitoso fracaso que hoy es cine de culto
Había que tener valor, sin duda, para enfrentarse a la obra magna de Herbert. Tras el abandono del dream team Moebius-Jodo, el productor Dino de Laurentiis volvió a plantear el proyecto allá por los años 80. Estamos en la época dorada de la ciencia-ficción interestelar; tras tantear a Riddley Scott, fue David Lynch el elegido para dirigir la que sería la primera ‘Dune’ (1984). Una elección cuando menos curiosa: Lynch estaba en la cresta de la ola tras el éxito de ‘El Hombre elefante’ (1980), un filme radicalmente alejado de cualquier proyecto de ciencia-ficción al uso. De hecho, el posterior fracaso de crítica y público fue atribuido por el propio Lynch a su escaso interés por el género (aunque hubo otras razones, Mr. Lynch. Y usted lo sabe).
La película, entonces considerada larga, aburrida y oscura, es hoy reivindicada por millones de fans. Su influencia en el cine posterior es también muy destacable: desde los escenarios hasta los trajes de los protagonistas, pasando por la tecnología y los efectos especiales (fue la primera película comercial en la que se creó una figura humana por ordenador), ‘Dune’ marcó un antes y un después. Y hablando de FX: las maravillosas miniaturas creadas para la película fueron obra del técnico español Emilio Ruiz del Río. Sin olvidar los espectaculares sandworms (gusanos de arena)… ¡Su interior se creó con cientos de preservativos rellenos de gelatina! A modo de curiosidad, el más grande de todos medía cerca de 6 metros y realizaba distintos movimientos de forma totalmente autónoma.
‘To Tame a Land’ La canción que sorteó la “censura”
Podríamos hablar durante días sobre las dos ‘Dune’, la de Jodorowsky y la de Lynch. Y por supuesto, de la última producción basada en la historia de Herbert. De nuevo, un valiente se atreve a coger la historia por los cuernos y a llevarla a la gran pantalla. Hablamos de Denis Villeneuve, autor de películas antológicas como ‘Enemy’ o ‘Arrival’, entre otras, y cuyo universo personal se revelaba como la mejor elección para relanzar el proyecto. La película se estrenó en 2021 y ha sido considerada “arrolladora” y “épica”, aunque también tiene sus detractores.
No quiero terminar este catálogo de curiosidades sin mencionar una historia tan deliciosa como desconocida. En 1983, la banda de heavy metal Iron Maiden publicaba su LP ‘Piece of Mind’. En la cara B, una canción llamada ‘To Tame a Land’ describía al detalle el mundo de ‘Dune’, tergiversando ligeramente algunas palabras. La idea del grupo era escribir un tema sobre las novelas y ponerle ese mismo título. Pero Frank Herbert dijo que no. ¿Por qué? Por aquel entonces, ciertos medios acusaban a la banda de “satánica” tras publicar en 1982 su disco ‘The number of the Beast’. Herbert se hizo eco de dichas acusaciones y no hubo forma de lograr su permiso. Tal y como dijeron en su momento sus representantes: “A Frank Herbert no le gustan las bandas de rock, particularmente las bandas heavies, y especialmente las bandas heavies como Iron Maiden”. Y aun así, ahí está, plenamente reconocible… ¡Bien por Bruce Dickinson y sus chicos!
Hasta aquí, nuestro recorrido por uno de nuestros planetas favoritos. Un mundo lleno de arte, imaginación, tecnología y creatividad, del que tú también puedes formar parte como profesional. Desde la escuela ESDIP hemos querido rendir nuestro humildísimo homenaje a todo el universo DUNE haciendo una exposición colaborativa donde ilustraciones y esculturas recrean ese mundo futurista que nos tiene fascinados.
Aquí os dejamos un pequeño vídeo de la expo, si queréis ir a verla, pasaos por C/ Magallanes 25, Madrid. La exposición estará abierta hasta el próximo 24 de mayo.
