Los resultados, son el eje sobre el que giran nuestros cursos de diseño gráfico. Que el diseño gráfico es arte y creatividad, es algo de lo que no nos cabe ninguna duda. Pero también es una profesión enfocada a obtener resultados. Cuando un cliente contrata a un diseñador gráfico o a un estudio, busca lograr un retorno a su inversión: y a partir de ese momento, lograr una comunicación fluida con el cliente (y entre los integrantes del equipo, si lo hay) se convierte en una prioridad. Muchas veces hay que poner en segundo plano la parte estética para dar relevancia a otros factores, más eficaces a la hora de transmitir un mensaje.
Pero, ¿cómo dominar todo esto? Para cualquier diseñador, una formación completa que abarque todos estos aspectos (y no solo la parte artística) se revela fundamental. Descubre en este artículo qué debes perseguir a la hora de comunicarte con un cliente, y que herramientas te proporcionan los cursos de diseño gráfico para cubrir la parte menos creativa de cada proyecto.
“Sin mensaje, no hay nada con lo que trabajar”
Esta frase constituye, sin duda, el meollo de este artículo. Nos la ha regalado el diseñador gráfico Fernando Rodríguez Vico: “todo diseño, ilustración o animación debe trasladar un mensaje. Sin mensaje no hay nada a lo que agarrarse, ni con lo que trabajar. Esto, que parece una obviedad, es muy raro encontrarlo cuando estás tratando con temas de diseño”. La cuestión fundamental es saber exactamente qué quiere comunicar la persona o empresa que ha encargado el proyecto, y cuáles son sus objetivos. En este apartado entran conceptos muy relacionados con el marketing puro y duro: como, por ejemplo, saber en qué fase del proceso de venta se encuentra el producto. En este sentido, las reuniones previas son fundamentales: no hay que dejar que se vaya el cliente o su representante sin que nos deje las cosas bien claras.
Cuando un diseñador gráfico empieza a trabajar en un proyecto, sea solo o como parte de un equipo, el brief o briefing se convierte en un documento indispensable. No sirve con que te digan “quiero algo serio y moderno”; en el briefing se deben responder una serie de preguntas. Algunos ejemplos:
- ¿Cuál es el público objetivo que comprará o usará el producto?
- ¿En qué medios o soportes va a funcionar la campaña?
- ¿Cuál es la imagen de marca que se quiere transmitir?
- ¿Cuál es la competencia y qué medios han empleado para darse a conocer?
- ¿Qué tono se va a emplear?
- ¿De cuánto tiempo se dispone para el proyecto?
- ¿Cuál es el presupuesto?
También es muy interesante que nos aporten ejemplos de campañas o proyectos. Aunque muchas veces los clientes no tienen nada claro lo que quieren, y los ejemplos que aportan no sirven para mucho, es un buen punto de partida para saber cuáles son sus referencias e intenciones. Fernando Rodríguez Vico nos lo explica: “Cuando monté mi agencia, una de mis obsesiones era darle la vuelta a esto: no solo tener buenos briefs, sino enseñar a comunicar a nuestros empleados. Es imprescindible saber qué quieres decir, a quién y cómo. En qué fase de su proceso de compra está esa persona o esa empresa, para poder usar más o menos texto, un lenguaje más gráfico o de impacto, etc. Trabajando así, tienes un objetivo claro: comunicar lo que pretendes”.
Y, por último, hay que intentar no salir del primer encuentro sin un calendario de futuras reuniones (o sin el compromiso de establecerlo en los días siguientes). Pocas cosas hay más desesperantes que intentar reunirte con tu cliente y que te den largas porque no tiene tiempo, tiene un viaje de trabajo, está ya reunido… En este sentido, hoy lo tenemos mucho más fácil gracias a la popularización de las videoconferencias. No dudes en perseguir al responsable para mantener una comunicación constante, y obtener así el feedback que necesitas.
Ya tenemos el mensaje. Ahora, hay que transmitirlo…
Una de las respuestas a la pregunta de “qué hace un diseñador gráfico” es, como hemos visto, transmitir mensajes. La primera parte, que consiste en sacarle al cliente la información necesaria para concretar este mensaje, ya la tenemos. Ahora viene la parte más creativa del proceso, pero también la más complicada. Porque puede que a nosotros nos parezca que el proyecto transmite el mensaje a la perfección, pero nuestro cliente no esté de acuerdo…
Aunque el feedback del cliente es fundamental (a fin de cuentas, él es quien contrata y paga), muchas veces hay que convencerle de que su punto de vista no es el más adecuado. ¿Cómo lo hacemos? Armándonos de razones y de argumentos profesionales. Porque la estética, que es lo que muchas veces buscan los clientes, no es lo más importante. “Que sea más o menos bonito no es una prioridad… De hecho, puede que sea algo menos atractivo lo que nos apoye, en función de cada caso”, nos comenta Fernando.
Comunicación con el cliente: imprescindible en los cursos de diseño gráfico
Después de este recorrido, seguro que tienes claro que tan importante como saber diseñar es conseguir comprender el objetivo de los diseños. Y también, conocer a fondo las fases del proyecto, los métodos para conseguir que el cliente sepa comunicarte lo que necesitas y las formas de encauzar el proyecto para que realmente logre sus objetivos. Porque el diseñador gráfico no es solo un artista que crea proyectos creativos (que también): es un profesional que debe saber gestionar los procesos de trabajo. Los cursos de Diseño Gráfico y Web de ESDIP contemplan todos estos campos, sin descuidar ninguna parte fundamental a la hora de formar a los mejores profesionales. Si el diseño es tu pasión y estás deseando vivir de tu trabajo, no lo dudes: una formación integral, enfocada a la práctica y a la empleabilidad será la clave para conseguirlo.