José María Cruz Novillo es un nombre escrito con mayúsculas en la historia del diseño gráfico español (la tipografía dejamos que la escoja, o mejor, que la diseñe él). A sus 84 años, este artista, escultor y pionero español sigue trabajando con su estudio Cruz más Cruz, codo con codo con su hijo Pepe Cruz. Puede que a muchos y muchas su nombre no le suene demasiado, pero si decimos que es el creador de logotipos como los del PSOE, Renfe, la Policía Nacional o Correos; o el artista que ideó carteles de cine tan emblemáticos como el de las películas El espíritu de la colmena o La escopeta nacional… La cosa cambia, ¿verdad?
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Un artista multidisciplinar: la versatilidad de José María Cruz Novillo
Porque Cruz Novillo es uno de los maestros indiscutible del diseño de nuestro país. El documental El hombre que diseñó España, presentado en la edición 2020 de la Feria ARCO, traza un recorrido por su vida y su obra a través de sus propias palabras. Una trayectoria que empezó como “pintor de domingos” (como él mismo se define) en su Cuenca natal, donde salía con un grupo de compañeros a pintar los paisajes castellanos. A día de hoy la pintura sigue siendo fundamental en la vida del diseñador, que combina esta disciplina con la escultura, el grabado y el arte experimental.
Un tipo de arte en el que se sumergió en el año 2010, creando una del las obras más ambiciosas jamás imaginadas por un autor: Diafragma dodecafónico 8.916.100.448.256, opus 14. Un fascinante despliegue de color y sonidos con fecha de caducidad, ya que su duración es exactamente de 3.392.732 años. Pero hasta llegar hasta esta cromofonía, presentada en ARCO hace ya más de diez años, Cruz Novillo ha subido muchos peldaños dentro del arte. Y no solo del arte, sino también de la sociedad y la cultura españolas. Aunque su familia le impulsó a matricularse en la Facultad de Derecho, no tardó mucho en abandonar los estudios e irse a Madrid, donde se integró en la plantilla de la agencia de publicidad Clarín para hacer lo que más le gustaba: dibujar. Esto sucede en 1957, cuando el diseñador solo contaba con 21 años de edad. Su talento y su pasión por el trabajo, dos cualidades que le han acompañado durante toda su vida, consiguen que dos años después empiece a colaborar con SEDI (Sociedad de Estudios del Diseño Industrial).
Artista en Nueva York y fundador de su propio estudio
A los 26 años, José María Cruz Novillo viaja a Nueva York como parte del equipo de artistas que representarían a España en el Pabellón de la Feria Mundial de 1964. Es un momento determinante en su vida y en su carrera; momento que, además, influenciaría fuertemente su trabajo posterior. A su regreso, en 1965 rompe con todo y decide fundar su propio estudio de diseño. Esta decisión supone un antes y un después en su trayectoria: será entonces cuando los diseños gráficos creados por él empiecen a formar parte de la sociedad, la cultura y el arte españoles de la segunda mitad del siglo XX. Cruz Novillo fue el encargado de definir iconos tan importantes como las últimas series de billetes en pesetas, o el uniforme actual del Cuerpo de la Policía Nacional.
Y no solo eso. Además de sus famosísimos diseños (la mayoría aún vigentes y en uso), José María Cruz Novillo es uno de los cartelistas más famosos y originales de la historia del cine español. Podríamos decir que su primer encargo fue un golpe de suerte: diseñar el cartel de la película El rapto de T.T., de José Luis Borau, que como él trabajaba en la agencia Clarín. El imaginario tan querido a Cruz Novillo y que brilló en decenas de carteles (como el de El Sur o el de Ana y los Lobos) ya aparecía en el magnífico diseño: la inquietante imagen de una muñeca atada y amordazada, en blanco y negro y sobre fondo blanco. Bajo ella, el título en grandes letras de color violeta. En los últimos años, sus carteles han acompañado a películas como Los lunes al sol o Barrio, títulos emblemáticos del cine español más contemporáneo.
Carteles, diseños, pinturas… Y el Diafragma
José María Cruz Novillo continúa en activo, diseñando proyectos para empresas e instituciones junto con su hijo, el arquitecto Pepe Cruz. En su haber cuenta con galardones del prestigio del Premio Nacional de Diseño (1997) o la Medalla de Oro de las Bellas Artes (2012). Su actividad como diseñador gráfico la compagina con su trabajo en el ámbito de las artes plásticas, habiendo tomado parte en ferias de arte de todo el mundo.
Desde los años 90, su interés artístico se ha ido ampliando a partir del concepto Diafragma, una fascinante propuesta que combina el universo cromático con los sonidos, los medios audiovisuales y las matemáticas. En el año 2008 culmina un proyecto único y singular, el Diafragma Dodecafónico de Dígitos que viste la fachada del Instituto Nacional de Estadística (Madrid). A día de hoy este concepto sigue vivo en manos del creador, cuyo Diafragma Dodecafónico (del que hablábamos al principio) constituye actualmente una de las obras artísticas más ambiciosas, innovadoras y vivas creadas hasta la fecha, a nivel mundial.
El diseño gráfico, un universo lleno de magia y creatividad
El caso de Cruz Novillo muestra claramente la estrecha relación que existe entre el diseño gráfico y el arte más puro. Hay otros campos donde la creatividad aplicada al mundo de la práctica es también patente: la animación, la ilustración y el diseño de videojuegos, sin ir más lejos. De hecho, la ilustración y el diseño gráfico a menudo se confunden entre sí; es cierto que están íntimamente relacionados, pero no son lo mismo. Te invitamos a conocer las diferencias entre diseño gráfico e ilustración, y a adentrarte en universos donde el talento, el arte y la comunicación caminan de la mano.
José María Cruz Novillo es uno de los mejores ejemplos: un enorme al talento al que la historia del arte y la comunicación españoles le deben muchísimo. A día de hoy, el estudio que dirige con Pepe Cruz sigue siendo un referente de primera línea.