¿Cuánto vale una ilustración? Para muchos y muchas profesionales, esta es una de las preguntas del millón. Pero responderla no es nada fácil y hay que tener en cuenta muchísimas variables fundamentales para trabajar como ilustrador. No hay que olvidar que todavía hay demasiadas personas que piensan que “son cosas que haces porque te gusta”, y por tanto, no hay que pagar por ellas. Pero nosotros lo tenemos claro: por supuesto que a un ilustrador le gusta dibujar, pero también es su medio de vida.
Como sabemos que es una de las tareas más complicadas, hoy vamos a hablar sobre cómo poner precio a tu trabajo si eres (o quieres llegar a ser) ilustrador freelance y qué cursos de diseño gráfico y/o ilustración te ayudarán a poner en valor tu talento. Sigue leyendo, ¡y quédate con estos consejos!
Trabajar como ilustrador: vivir de tu talento es posible
En primer lugar, que no te quepa la menor duda. Si te apasionan el dibujo, el diseño, el arte y la comunicación y quieres dedicarte a esta profesión, merece la pena apostar por ella. La clave está en escoger los mejores cursos de diseño gráfico y/o ilustración, dedicar muchas horas a aprender técnicas (y a “hacer mano”) y crear un portfolio de nivel profesional con el que presentarte ante estudios, clientes y empresas.
Por supuesto, no será fácil: no hay más que darse una vuelta por Instagram para descubrir la cantidad de talento que hay… Pero de la misma manera, en la actualidad los medios de difusión se han multiplicado por decenas. La demanda de profesionales con la formación adecuada aumenta día a día: las empresas los buscan para crear campañas de publicidad, imágenes de marca y todo tipo de ilustraciones que les ayuden a marcar la diferencia.
¿Vas a trabajar como freelance? Quédate con estas claves
Por lo general, la mayoría de los recién titulados en cualquier sector profesional sueña con un contrato laboral. Sigue siendo la opción más “deseada”, aunque también es verdad que cada vez son más los ilustradores y diseñadores gráficos que apuestan por la vía freelance. Es una interesante alternativa para empezar a trabajar sin esperar a que nos ofrezcan un puesto, y tiene muchas ventajas. Si lo has valorado alguna vez, estos 10 consejos para trabajar como ilustrador freelance te serán de gran ayuda, al igual que las siguientes claves:
- Ten en muy en cuenta la inversión en material. No olvides contabilizar el papel, los lápices, rotuladores y pinturas, el software (coste proporcional al tiempo que lo hayas utilizado), el transporte (si te has desplazado a reuniones o eventos)…
- El tiempo es oro. Piensa cuánto tiempo dedicarás al proyecto y suma un 10% para no quedarte corto. No olvides las horas que dediques a reuniones (aunque sean virtuales), desplazamientos, comidas de trabajo o visitas. Para monetizar el tiempo tienes dos opciones: multiplicar las horas por un importe fijo o presentar una tarifa total por semana, día, mes… En internet encontrarás herramientas online para contar horas. Por ejemplo, Toggl: una aplicación que te permite hacerlo de forma gratuita y genera informes por semana, por mes o por proyecto. Si eliges la versión de pago, irá reflejando tus ingresos según la tarifa que escojas.
- Precio según proyecto. En lugar de contabilizar el tiempo empleado, hay profesionales que establecen tarifas fijas según el tipo de trabajo: logo, página web, banner, campaña… Por supuesto, las tarifas variarán dependiendo de la extensión y la dificultad del trabajo.
- Costes de ser autónomo. Los diseñadores gráficos freelance tienen gastos que hay que considerar. Si trabajas en un coworking o un estudio de alquiler, añade un importe proporcional al presupuesto. ¿Estás en tu casa? No olvides la electricidad, la conexión a internet, el teléfono y la climatización. Haz un cálculo general de lo que gastas al mes en estos conceptos, divídelo por las horas que tiene un mes y multiplícalo por las horas que calculas para tu proyecto: tendrás una base sobre la que empezar. En el presupuesto, lo puedes añadir bajo el concepto de “gastos generales” o subir un poco la tarifa horaria para cubrirlo.
- Impuestos y Seguridad Social. No olvides que cuando emitas una factura, tendrás que descontar un 15% para el IRPF y sumar el IVA (un ingreso que hay que declarar cada tres meses, por lo que no se contabiliza como ganancia). Y también deberás pagar las cuotas de autónomos a la seguridad social. ¡Tenlo en cuenta!
Afianza tu talento con los mejores cursos. ¡Merece la pena!
Estos son los primeros pasos para aprender a valorar tu trabajo como diseñador gráfico o ilustrador. Son una parte fundamental de tu formación, en la que no solo se debe cuidar la parte artística y creativa: como profesional y como trabajador, es importante que sepas cómo mantener los pies en el suelo y sacar partido a tu tiempo y tus habilidades. Los Cursos de Diseño Gráfico y Web y los Cursos de Ilustración de ESDIP te ayudarán a convertirte en un profesional de nivel, y a presentar tus proyectos y tu portfolio a estudios, empresas y clientes para demostrar tu valía. ¡Anímate a sacar lo mejor de ti!
