Qué debe tener una buena escuela de animación

Estudiar en una escuela de animación es hoy día una alternativa que consideran muchas personas. Hasta no hace mucho tiempo, era algo que muy pocos estudiantes se planteaban ante la incertidumbre laboral que suponía y la reducida oferta educativa existente entonces. Hoy las cosas han cambiado, y la animación española es un campo de negocio […]

Animación
1 febrero, 2023
Escuela de animación

Estudiar en una escuela de animación es hoy día una alternativa que consideran muchas personas. Hasta no hace mucho tiempo, era algo que muy pocos estudiantes se planteaban ante la incertidumbre laboral que suponía y la reducida oferta educativa existente entonces. Hoy las cosas han cambiado, y la animación española es un campo de negocio que factura millones de euros al año: esto ha provocado que haya cada vez más estudiantes que enfoquen su formación a trabajar en el sector. Si antes era difícil encontrar dónde estudiar, por la escasez de centros, hoy puede serlo precisamente por todo lo contrario… Hay muchas escuelas de animación, tanto físicas como online, que ofrecen formación especializada.

Identificar un centro de calidad puede no resultar sencillo. Así que hemos decidido analizar cuáles son las características que identifican a una buena escuela de animación. Sigue leyendo: ¡te las desvelamos!

Pero, ¿qué es exactamente una escuela de animación?

Elegir la mejor escuela de animación

Una escuela de animación es un centro de estudios donde se imparten las técnicas necesarias para trabajar en distintos proyectos audiovisuales. Estos centros enseñan a realizar proyectos integrales, pero también permiten especializarse en perfiles muy concretos: precisamente, esta es una de las primeras claves en las que hay que fijarse. Un programa de estudios que ofrezca formación completa y/o especializada no solo ofrece la posibilidad de escoger, sino que también hace posible completar la formación una vez finalizado el curso elegido.

En España, la primera escuela de animación que existió como tal fue ESDIP. Fundada por Emilio Luján Álvarez en 1981, este centro vio la luz frente a la demanda por parte de la productora norteamericana Hanna-Barbera Studios de profesionales para sus proyectos. Los estadounidenses habían decidido externalizar parte de su trabajo en España: ante esta oportunidad, los pioneros Emilio Luján, Emilio de la Rosa y Ángeles Canalejo deciden crear la escuela para enseñar a los alumnos las técnicas empleadas por los estudios norteamericanos.

Está claro: la historia de ESDIP es una parte fundamental de la historia de la animación española. El centro sentó las bases de las futuras escuelas, que fueron surgiendo en nuestro país a medida que crecía el sector. Por tanto, podremos decir que una de las claves para elegir una buena escuela de animación es su antigüedad y su prestigio, dos factores que dicen mucho de la formación que imparte.

Atención al equipo docente: los buenos profesores son la clave

Pero por supuesto, los años de existencia no lo son todo. A lo largo de las décadas, la calidad de la enseñanza puede variar a mejor… Y a peor. Para saber si la escuela mantiene la excelencia, una de las claves es, sin duda, el profesorado. ¿Trabajan en ella profesionales en activo, con una carrera amplia y reconocida? ¿Tienen experiencia docente? ¿Están bien valorados por los alumnos, los exalumnos y el resto del equipo? Si estás buscando un centro para formarte en animación, no olvides entrar en su página web y mirar con lupa la trayectoria de los y las profes.

Y si tienes dudas y puedes acercarte en persona, no dudes en darte una vuelta por el centro físico. Además de poder hablar con quienes gestionen la coordinación y el funcionamiento de los programas, tendrás la oportunidad de ver las instalaciones, conocer el equipo tecnológico con que cuenta la escuela, sentir el ambiente (y si te gusta lo que respiras), y hablar con alguno de los docentes. Obtendrás mil veces más información que buscando en internet…

Una buena escuela de animación te formará para trabajar

Conseguir trabajar en cine de animación

Que te gusta la animación y eres una mente creativa, está claro. Y pocas cosas más maravillosas hay que desarrollar esa creatividad y llevarla al límite. Pero seamos sinceros: también es importante enfocar el talento hacia el ámbito laboral, con el objetivo de convertir tu vocación en una profesión. Trabajar en lo que nos gusta es un lujo, algo que puedes lograr si eliges una escuela de animación que enfoque tu formación hacia la empleabilidad desde el minuto uno.

Además de aprender técnicas tradicionales, manejo de software y herramientas tecnológicas, creación de story boards y guiones y mil cosas más, también debes aprender a crear un portfolio único que te haga destacar. Y por supuesto, a lo largo de tus años de formación es importante que realices proyectos y trabajos de nivel “pro” que puedas mostrar a tus futuros contratadores.

Y si además tiene su propia productora, ¡perfecto!

Puede que te parezca que es rizar el rizo. Pero, ¿qué pensarías si pudieras dedicar gran parte de tu formación a trabajar dentro del equipo de producción de un proyecto profesional? Pues es algo a tu alcance, si decides escoger una escuela de animación que cuente con su propia productora. Además de aprender a trabajar en un ámbito profesional, descubrirás los engranajes que hacen funcionar el sistema, algo que te puede dar muchos puntos en el futuro. Y podrás incluir en tu currículum y portfolio tu experiencia dentro de un proyecto profesional.

En ESDIP contamos con nuestra propia productora, ESDIP Animation Studio. Algunos de los cortometrajes realizados en ella, en los que participan los alumnos de los Cursos de Animación, han sido candidatos al Goya e incluso se lo han llevado. ¿Te imaginas poder meter algo así en tu portfolio? El Curso Completo de Cine de Animación de ESDIP llevará tu talento a lo más alto y te abrirá las puertas de un sector que crece cada año de forma exponencial. Aprenderás con los mejores, crearás un portfolio de excelencia y descubrirás un mundo increíble en constante evolución. ¡No dejes pasar la oportunidad!