Si lo tuyo es la ilustración; si te apasiona crear mundos fantásticos, llenos de vida y expresividad, seguro que eres fan de los cuentos infantiles ilustrados. En ellos podemos encontrar universos donde todo es posible, con una libertad y un talento que muchas veces supera el de la literatura “para adultos”. Pero ilustrar un cuento no es una tarea fácil; además de habilidad para dibujar, imaginación y talento, hace falta seguir un método que nos garantice el éxito en nuestro proyecto. Para conocerlo mejor hemos hablado con José Fragoso, autor e ilustrador de cuentos infantiles y profesor de ESDIP: y él nos ha contado cómo hacer un cuento infantil paso a paso, qué debes tener en cuenta antes de empezar y cómo llegar a publicar en una editorial.
Índice de contenidos
- Cómo hacer un cuento infantil: ¿por dónde empiezo?
- Dónde encontrar historias para ilustrar
- La importancia del estilo y el storyboard
- De la digitalización a la impresión: el proceso digital
- Difunde tu trabajo, enséñalo… ¡Y publica!
- “Si quieres ser autor de cuentos infantiles, lee cuentos infantiles”
- Descubre cómo hacer un cuento infantil de nivel profesional
Cómo hacer un cuento infantil: ¿por dónde empiezo?
Si tienes el proyecto de crear un cuento infantil ilustrado, seguro que no puedes esperar a empezar a dibujar. Se te ocurrirán mil ideas, personajes, colores, conceptos… Pero de todo ese caos es importante sacar un orden. Estamos hablando de una historia que necesita ser comprendida, tanto desde el aspecto literario como desde el visual. Un cuento en el que cada ilustración sea de una manera, o tenga unos colores o un estilo diferentes, solo servirá para causar una sensación caótica y poco profesional.
Por eso, le preguntamos a José por dónde se empieza a la hora de hacer un cuento infantil. “Lo principal es tener algo que contar. Contar una historia en la que hables de algo que conoces”, nos asegura. “Puedes hablar de unicornios y dragones, seres que ni existen, ni has visto. Pero es importante que tengan sentimientos y les pasen cosas con las que sí te identifiques, para mantener esa sensación de realidad y lograr que la historia conecte con el lector”.
Cuando le preguntamos cómo afronta él cada encargo, nuestro experto nos comenta: “cada autor trabaja de una manera. Yo vengo del mundo de la ilustración, por lo que trabajo antes con imágenes: empiezo a bocetar, a dibujar… De ahí salen las imágenes, y ya empieza a haber una historia. Pero es mejor tener una historia escrita previamente para ir desarrollándola luego un poco más. Ir creando bocetos, que son la parte más importante; la parte sobre la que se construye el libro. Un mal boceto hace un mal libro: aunque trabajes horas y horas sobre el libro, al final saldrá mal. Un buen boceto hace un buen libro. Y a partir de ahí, puedes pasar a crear ya las ilustraciones, montar tu cuento ilustrado y publicarlo”.
Dónde encontrar historias para ilustrar
A la hora de hacer un cuento infantil, son muchas las dudas que se les presentan a los ilustradores noveles. ¿Qué cuento elegir? ¿Puedo usar una historia sin permiso del autor? ¿Es posible crear una versión de algo ya publicado? Lo mejor, sin duda, es contar con una buena historia original, que sea relevante, interesante y tenga su público. Pero como eso no siempre es posible, puede ser buena idea recurrir a los clásicos. José nos explica cómo hacerlo: “la duración de los derechos de autor, es decir, el tiempo a partir del cual una obra pasa a ser de dominio público (y cualquiera puede hacer lo que quiera con ella), era en principio de 75 años. En el año 1923 se alargó a 95 años en lo que se conoce como “la Ley Mickey Mouse”. Según nos explica nuestro profe, esta ley se creó precisamente para proteger a la primera película en la que aparece este personaje, Steamboat Willy. Así, sus derechos no estarán libres hasta el año 2024.
“Pero la mayoría de los grandes clásicos infantiles, como Caperucita Roja, el Patito Feo… Están ya libres y se pueden hacer versiones”, afirma Jose. Y nos da un interesante consejo, muy práctico para empezar con nuevos proyectos. “Si quieres ilustrar un cuento cuyos derechos estén aún vigentes, tienes la opción de hacer tu propia versión de esa historia. No habría ningún problema”, asegura.
La importancia del estilo y el storyboard
A la hora de crear un cuento infantil, la coherencia es algo esencial . Por muy buenas que sean las ilustraciones, si cada una tiene un estilo o no ilustran bien el contenido, el proyecto no funcionará. En este sentido, José recalca la importancia de tener una buena planificación previa. “Una vez que tenemos la historia en la cabeza (no hace falta que sea al detalle), en mi opinión viene el paso más importante de todo el proceso: decidir el estilo, siempre dentro de nuestro estilo propio. Esto incluye establecer qué tipo de ilustraciones vamos a hacer, qué color funciona mejor con la historia que tenemos, qué personajes va a tener, si van a ser páginas con fondo blanco, completas o no, dónde vamos a situar el texto… Todo esto constituye los cimientos del libro. Si están bien trabajados, el proyecto avanzará mucho mejor que si intentamos empezar desde la ilustración final (que es lo que siempre apetece hacer), sin tener antes una base sólida”.
El storyboard se revela, en este caso, como una herramienta muy eficaz. Procedente del mundo del cine, este método ayuda a los ilustradores a crear una hoja de ruta para su proyecto. Y además, es algo cada vez más demandado por parte de las editoriales. “El storyboard se utiliza cada vez más en ilustración infantil y libros ilustrados”, nos confirma José. “Muchas editoriales te piden un storyboard rápido para ver cómo va a ir el cuento. También es muy importante para el editor y para el ilustrador, porque es donde ven cómo respira el cuento, la velocidad que tiene, el tiempo que tardas en leer cada página… Es muy interesante para hacerse una idea de cómo va a funcionar el libro terminado”, asegura.
De la digitalización a la impresión: el proceso digital
El paso siguiente es, ¡por fin! realizar las ilustraciones. Siempre siguiendo el storyboard y la planificación estilística, podrás dejar volar tu imaginación y dar vida al cuento elegido, creando una obra única que te definirá como artista ilustrador. Pero el proceso no termina ahí: una vez terminadas, hay que pasar las ilustraciones a formato digital. Nuestro profe nos lo resume así: “la ilustraciones se escanean en el ordenador, siempre en alta resolución (300 ppp) y en formato CMYK para imprimir en papel”. A continuación hay que maquetar el cuento: crear las páginas con las ilustraciones y el texto. Según José, “hay editoriales que tienen sus propios maquetadores, pero en muchos casos los ilustradores somos también maquetadores. Es decir: el libro que acaba finalmente publicado está hecho en gran medida por el ilustrador. Después, las editoriales pueden hacer cambios en los textos, mover cosas aquí y allá… Pero la base es siempre del ilustrador. En un álbum ilustrado, junto al autor es la pieza fundamental. Y de hecho, hace más trabajo que el propio autor”.
Para maquetar un cuento se pueden emplear distintos programas. Nuestro profe, por su parte, se decanta por un clásico del retoque fotográfico: Adobe Photoshop. “Hay otros programas, como Adobe InDesign, que son buenos para maquetar. Pero yo prefiero Photoshop porque me permite retocar y maquetar los dibujos en caso de que sea necesario”, comenta. “Una vez tenemos la maqueta, hay que crear un pdf para confirmarlo todo y mandarlo a la editorial, que nos mandará notas y comentarios sobre el documento. Por supuesto, es un pdf en baja resolución; cuando esté todo aprobado, habrá que crear un pdf de alta resolución, con líneas de corte y listo para imprimir”.
Difunde tu trabajo, enséñalo… ¡Y publica!
Un trabajo artístico que no se ve, que no se difunde, no cumple su función primordial: comunicar un mensaje. Por eso, nuestro ilustrador profesional recalca la importancia de que el trabajo salga al exterior, que lo vea la gente y que no se quede “metido en una cueva”, en sus propias palabras. No dudes en enseñar tu cuento ilustrado, que lo vea la mayor cantidad de gente posible y que te digan su opinión. Los ilustradores, según José, deben estar abiertos siempre a la crítica constructiva. “Nunca vas a aprender nada de quienes te dicen que tu cuento es fantástico y que dibujas muy bien. Si estás dedicándote a esto o quieres hacerlo, el dibujar bien se da por hecho. Es mucho más enriquecedor que te señalen qué cosas son mejorables. Piensa que quienes critican tu trabajo desde fuera son potenciales lectores, y hay que escucharles”.
No podíamos dejar de preguntar a José su opinión sobre las redes sociales como medio de difusión del trabajo de los ilustradores. En este sentido, nuestro experto se muestra bastante escéptico. “A día de hoy, Facebook no sirve prácticamente para nada. Instagram tiene más difusión, pero yo recomendaría no cegarnos con el número de followers. Conozco a ilustradores que tienen muy pocos followers (o no tienen Instagram directamente), y se dedican profesionalmente a ilustrar. Y al revés, hay gente con miles de seguidores que no lo hacen”, indica. “Por supuesto que es una ayuda, pero no es decisivo en absoluto”.
“Si quieres ser autor de cuentos infantiles, lee cuentos infantiles”
Uno de los temas que más interesan a quienes desean dedicarse profesionalmente a ilustrar cuentos es, lógicamente, cómo obtener visibilidad. Cómo conseguir sacar partido de su trabajo y que las editoriales apuesten por sus proyectos. José nos da unas cuantas pistas, a cada cual más interesante. “Es interesante presentarse a concursos: enviar trabajos, siempre respetando las normas y los formatos. Y por supuesto, mandar proyectos a las editoriales. Pero no de cualquier manera”, nos advierte. Como profesional, aconseja hacer antes una labor de investigación para descubrir qué editoriales pueden funcionar mejor con nuestro trabajo. “Si no consigues publicar, puede que no estés llamando a la puerta correcta. Infórmate sobre el mercado, el sector y las editoriales y prueba a enviar. Envía tranquilamente y no presiones a las editoriales: si tu trabajo es bueno, llamará la atención y acabará saliendo. Puede que no ahora, pero sí con el tiempo”, asegura José.
Como últimos consejos, nuestro profe recomienda asistir a todas las ferias del libro que se pueda, para ver y dejarse ver; para saber qué se hace y qué se publica. Pero sobre todo, hace hincapié en algo que, para él, es básico: “si quieres ser autor de cuentos infantiles, lee cuentos infantiles. No puedes hacer una canción si no escuchas música. No puedes escribir un libro infantil si no conoces o lees estos libros. Léelos, infórmate, sigue a ilustradores, aprende de ellos, déjate influenciar, aprende de la forma de escribir de quienes te gusten. Y lee, lee, lee mucho: eso es lo más importante de todo”.
Descubre cómo hacer un cuento infantil de nivel profesional
Nadie como un gran profesional de la ilustración para desvelarnos los secretos del mundo laboral. José Fragoso (puedes descubrir más sobre su obra en @josefragosoillustration) nos ha dado las claves para conocer mejor el mundo de los cuentos infantiles ilustrados; pero sin una buena formación, es muy difícil (por no decir imposible) llegar a trabajar como profesional. El Curso de Creación de Libro Infantil de ESDIP te ayudará a dar forma a tu arte y a utilizar tu talento para culminar con éxito un proyecto de este tipo. Una formación completa, enfocada a la práctica y que te enseñará cómo realizar este tipo de proyectos paso a paso. Si estás decidido a hacer de tu pasión tu profesión, no lo dudes: da el paso y empieza a estudiar y a practicar.